Buenos
días,
Hoy
se celebra el Día Mundial del Agua, como cada 22 de marzo. El lema de este año
es “Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?”.
Como
ya vimos en este post, el cálculo de
la huella hídrica tiene en cuenta 3 tipos de agua: el agua verde, el agua azul y
el agua gris.
El agua
gris en un proceso es el volumen de agua dulce que se requiere para asimilar los
contaminantes del agua residual a estándares de calidad de agua ambiental. Es
decir, el agua residual generada y la cantidad de agua necesaria para devolver
el agua contaminada a estándares de calidad.
Esta
agua gris no es solamente el agua residual generada en un proceso, sino también
el esfuerzo necesario de asimilación de esta agua residual contaminada a
estándares de calidad de agua ambiental.
El
fin que deberían tener las industrias es que el agua gris de sus procesos a la
hora de fabricar o cultivar sus productos, u ofrecer sus servicios sea igual a
cero. Esto podría conseguirse cuando el agua devuelta al medio (que puede ser
un río, aguas subterráneas, etc) está totalmente depurada y no hay efluentes al
medio.
Normalmente
el agua gris se calcula para un contaminante en concreto, tomando como referencia
los valores estándar de la legislación existente. En el caso de que el agua
gris tenga más de un contaminante, se puede calcular respecto al más crítico si
lo que se quiere es encontrar un indicador general de la contaminación del agua.
Sin embargo, puede que sea importante calcular la huella gris de todos los
contaminantes emitidos; en este caso se informará de los valores de cada uno
por separado.
Ejemplos
de huella gris son:
-
Para
un cultivo: agua necesaria para asimilar los productos químicos que llegan al
agua por la incorporación de fertilizantes, pesticidas, etc, al campo.
-
Para
un edificio de una empresa: agua vertida de aseos, vestuarios, lavado de menaje
en comedores.
-
Para
la fabricación de árido lavado: agua necesaria para asimilar los sólidos
totales en suspensión emitidos a cauce público procedentes del lavado de gravas
y arenas.
-
Para
la fabricación de azúcar refinado: teniendo en cuenta solamente el proceso de
refinado, se corresponde con el agua dulce necesaria para asimilar los
contaminantes emitidos en la centrifugación de la remolacha.
Muchas
de las aguas grises se pueden reutilizar instalando una depuradora y bien reincorporándolas
al proceso, o emplearlas para llenado de cisternas para inodoros, para riego o
limpieza de zonas exteriores, riego de jardines, etc; dependiendo siempre del
grado de contaminación que tengan.
Pero
lo más importante es tratar el problema de raíz utilizando menos fitosanitarios
en la agricultura, investigando en procesos con menos consumo de agua y por
tanto menos vertidos, etc.
Y si
quieres que todos en casa o en el trabajo intenten no malgastar el agua,
descarga estos carteles de ahorro de
agua y colócalos donde haga falta.
Un saludo
Nuria
Transmite
medio ambiente