Buenos
días,
Hace
unas semanas te hacía una introducción de la huella de carbono y hoy te voy a hablar de la huella hídrica.
La
huella hídrica es un concepto que también habrás oído en los últimos años;
sobre todo en los últimos meses se ven muchos carteles, infografías, etc que
nos dicen cuánta agua se utiliza para fabricar algún producto en concreto.
Se
trata de un indicador de uso de agua directa e indirecta por un consumidor o
productor. Arjen Y. Hoekstra fue el creador del concepto.
El
agua dulce es un bien escaso, como te decía en este post, y la preocupación por conservarla, no derrocharla y mantener
su calidad en estándares adecuados, por suerte, está creciendo.
Muchas
empresas, sobre todo las grandes, calculan y hacen pública su huella hídrica
con la finalidad de ser sostenibles y llegar a clientes comprometidos con el
medio ambiente. Es el siguiente paso a la implantación de un sistema medioambiental
con ISO 14001 o EMAS, desde el punto de vista de la gestión del agua. El hecho
de calcular la huella hídrica y reducirla, puede suponer también un ahorro
económico para la empresa.
Para
el cálculo de la huella hídrica se considera solamente el agua dulce. Según su
origen, se puede dividir en 3 tipos:
-
Agua
azul: volumen de agua superficial o subterránea consumida a lo largo de la
cadena de suministro de un producto. Puede ser la incorporada a un producto, la
evaporada en un proceso productivo, la que se utiliza durante la cadena y se
devuelve pero a un lugar distinto a su origen y la que se utiliza y se devuelve
en un período distinto al de su captación (período seco/período húmedo).
-
Agua
verde: volumen de agua de lluvia que es incorporada a un producto o evaporada
en un proceso productivo. Relevante para productos agrícolas y forestales.
-
Agua
gris: volumen de agua dulce que se requiere para asimilar los contaminantes del
agua residual a estándares de calidad de agua ambiental. Es decir, el agua
residual generada y la cantidad de agua necesaria para devolver el agua
contaminada a estándares de calidad.
Hay
que tener en cuenta que la huella hídrica se debe medir durante toda la cadena
de suministro de un producto y no solo de su proceso productivo (almacenamiento,
transporte, vertido, etc), es decir todo el agua consumida.
Water
Footprint Network se fundó en 2008. Consiste en una comunidad internacional (empresas,
inversores, institutos de investigación y agencias gubernamentales) que comparte
los últimos avances en conocimiento, información e ideas para intensificar el
cambio en las cuencas fluviales en todo el mundo. Han desarrollado la Water
Footprint Global Standard y son vanguardia internacional en la evaluación de la
huella de agua.
La norma
internacional ISO 14046 presenta los principios, requisitos y directrices para
la gestión de la huella hídrica basadas en la evaluación del ciclo de vida y es
una oportunidad para ampliar el uso del concepto en las organizaciones públicas
y privadas.
Más
adelante escribiré un post sobre cómo calcular la huella hídrica, de manera
sencilla.
Un
saludo
Nuria