Buenos
días,
Como
te decía la semana pasada, las lluvias otoñales están en todo lo suyo, y menos
mal, a ver si este año hidrológico tiene mejores resultados que el pasado.
Octubre
es también mes para comenzar las cosechas de cereales como el trigo, o de
zanahorias y judías, pero ¿qué medidas hay que tomar para que todo vaya bien y
no se perjudique el medio, ese que precisamente nos da los alimentos que se
cultivan?
Pues
bien, a la hora de realizar una transformación agrícola o de continuar
explotando una ya existente, hay que tomar una serie de medidas mitigadoras,
que se deben tener en cuenta tanto para el análisis medioambiental de un
proyecto como para el seguimiento medioambiental del mismo:
-
Manejar
adecuadamente los fertilizantes: dosis, modo de empleo, condiciones climáticas
de aplicación (viento, predicciones lluvia, etc.) durante y tras el empleo,
etc.
-
Estabilizar
los caminos, para reducir el polvo por el paso de la maquinaria agrícola (ya
sea mediante compactación, regado, aplicación de asfalto...).
-
Disminuir
la producción de polvo mediante otros métodos (por ejemplo, uso de lonas en los
remolques que se empleen para los movimientos de tierra).
-
Durante
la fase de construcción, dotar a las máquinas ejecutoras de los medios
necesarios para minimizar los ruidos.
-
Para
la construcción de embalses u otras obras que necesiten de perforaciones
evitar, en la medida de lo posible, el uso de explosivos.
-
Poner
en marcha el cultivo inmediatamente después de las roturaciones pertinentes
para así disminuir la erosión.
-
Adecuar
topográficamente el cultivo (nivel, terrazas...).
-
Utilizar
métodos basados en la vegetación para evitar/disminuir la erosión: cultivos
protectores, cultivos acompañantes, vegetación especial en áreas problemáticas,
etc.
-
Utilizar
el método, o métodos, más adecuado en relación con la tipología del cultivo:
cultivo en fajas a nivel, en fajas orla, en fajas tampón, en fajas rectas o
cultivo en fajas cortavientos.
-
Realizar
cortavientos para disminuir la erosión eólica. La anchura protegida se
considera equivalente a unas diez veces la altura del cortavientos.
-
Realizar
los laboreos siguiendo las curvas nivel y acorde a los vientos de la zona.
-
Utilizar
residuos de cultivos con aperos que no los entierren.
-
Minimizar
(siempre que sea viable) las prácticas de laboreo y uso de aperos de distinta
profundidad.
-
Utilizar
técnicas de cultivo con riegos localizados.
-
Usar
técnicas de acolchado o distribución sobre la superficie del suelo de
materiales apropiados tales como paja, resto de cultivos y composiciones
especiales. Ahora en otoño hay muy buen material para acolchar.
-
Emplear
técnicas especiales, tales como redes, redes con mulch y semillas, esteras de
virutas de madera, etc., sobre todo en taludes de alto riesgo.
-
Realizar
aterramientos en escalón: terrazas en canal, con colectores o líneas de drenaje
escespadas (con plantas tipo césped); terrazas de base ancha; terrazas con
talud encespado.
-
Usar
métodos de control de cárcavas mediante desvíos de agua y obras de fábrica.
Proceder al remodelado de la cárcava y establecimiento de vegetación en caso de
que fuese preciso.
-
En
la construcción de embalses: una vez concluido el acondicionamiento de la zona
y para evitar la erosión de los taludes del mismo y aumentar su estabilidad, es
conveniente plantar especies autóctonas, al objeto de reducir los efectos
erosivos de los taludes y aumentar su mimetismo.
-
Gestionar
adecuadamente los aceites usados procedentes de la maquinaria (recogida y
manejo por parte de un gestor autorizado y almacenamiento en zona pavimentada y
techada).
-
Buscar
la adecuación del uso de plaguicidas, utilizando dosis y modo de empleo
adecuado, así como medidas biológicas siempre que sea posible.
-
Realizar
un análisis exhaustivo de los suelos, para detectar las carencias nutricionales
y añadir los fertilizantes necesarios y en dosis adecuadas.
-
Analizar
las necesidades hídricas del cultivo para intentar consumir el mínimo de agua
posible y evitar otros problemas asociados.
-
Mejorar
la textura y estructura (remoción de elementos gruesos, trabajos mecánicos,
mejora de suelos orgánicos).
-
Aumentar
la profundidad del suelo (caballones, desfonde, escarificado, rotura de costras
duras).
-
Enriquecer
y mantener el contenido en materia orgánica (abonado orgánico, rotación de
cultivos, barbechos, etc.).
-
Adecuar
el manejo del suelo: control del pH, materia orgánica, nutrientes, etc., para
mantener su estructura, y disminuir posibles impactos (erosión, pérdida de
capacidad agraria, pérdida de nutrientes, etc.).
-
Adecuar
el manejo del riego, y de la calidad de las aguas, para evitar problemas como
la salinización.
-
Utilizar,
en medida de lo posible, fertilizantes orgánicos: de gran ayuda para mantener
la estructura del suelo.
-
Utilizar
la técnica de riego más adecuada en función del tipo de cultivo, climatología y
tipo de suelo para mantener la calidad del suelo y disminuir la erosión.
-
Usar
adecuadamente el laboreo, intentando entre otras cosas disminuirlo al máximo.
Emplear arado del subsuelo y suelo, arado paralelo a las curvas de nivel, etc.,
para no disminuir la calidad del substrato y reducir la erosión.
-
Realizar
obras de drenaje y estabilización.
-
Respetar
las formaciones vegetales o los pies de especies más valiosas.
-
Respetar
los árboles monumentales o de especial valor ambiental o cultural,
integrándolos en el proyecto.
-
Elaborar
programas de protección frente incendios ocasionados por la quema de rastrojos.
-
Crear
zonas de exclusión para la fauna.
-
Revegetar
las tierras desnudas alrededor de las balsas para disminuir el efecto negativo
de las líneas rectangulares.
-
En
embalses se debe realizar una revegetación de la base de los taludes con
vegetación arbórea autóctona,
-
que
rápidamente supere la altura de los taludes para que éstos queden camuflados.
-
Crear
taludes no muy elevados y de baja pendiente.
-
Tratar
con vegetación herbácea los taludes de embalses, presas, terrazas, etc.
-
Los
taludes del embalse deben realizarse con materiales rústicos típicos de la
zona, de forma que quede lo más disimulado y adaptado posible al medio rural en
el que se ubicará, para ello se aconseja proteger los taludes a base de
mampostería hidráulica, de forma que su impacto paisajístico sea menor.
-
Integrar
paisajísticamente las instalaciones y construcciones, de forma que el diseño
del edificio agrícola reproduzca la estética característica de las
edificaciones agrícolas tradicionales de las zonas rurales. Igualmente es
preferible los tejados a dos aguas, con teja tradicional de la zona, dando un
aspecto menos industrial e impactante.
-
Proceder,
tras el cese de la construcción, a la retirada de todas las instalaciones
portátiles utilizadas, así mismo se realizará la adecuación del emplazamiento
mediante la eliminación o destrucción de todos los restos fijos de las obras.
-
Mimetizar
los elementos metálicos que conforman el vallado mediante pintura con colores
semejantes al medio circundante.
-
Si
el valor paisajístico fuese muy elevado, se recomienda la instalación de
vallado de madera u otro elemento natural.
-
Tras
la construcción de las redes de distribución de agua, proceder a la adecuación
del trazado, reutilizando el suelo de alta calidad extraído para la
regeneración de las zanjas. El material extraído de mala calidad puede reutilizarse
para la regeneración de otras zonas.
-
Iniciar
las obras en los meses en que se puedan disminuir los impactos, tanto sobre
factores bióticos (época de cría, migraciones, etc.), como abióticos (por
ejemplo, si existe peligro de erosión durante las obras no realizarlas en época
con riesgo de lluvias torrenciales) y socioeconómicas (por ejemplo, si es una
zona turística no realizarlas en temporada alta). Realizarla en los meses que
cause las menores molestias a la población, etc.
Como
ves hay muchas medidas a tomar para prevenir impactos derivados de la
agricultura. Si tienes alguna propuesta más, ¡déjala en los comentarios!
Un
saludo y buena cosecha,
Nuria
Transmite
medio ambiente
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