Hola,
ya queda muy poco para terminar 2015. Seguramente muchos estén más bien
pensando en la Nochevieja y algunos incluso tomarán vacaciones y tengan la
cabeza en los planes que tienen preparados. Pero si eres uno de ellos y estás
trabajando esta semana, antes de irte a celebrar el año nuevo, y sobre todo si
no vuelves el lunes, deberás terminar el trabajo que te corresponda.
En
estos años de vida laboral en oficina, me he cruzado con algunos (por suerte no
con muchos), que tienen muy aprendida la lección del “escaqueo”. No sé cómo son
capaces de desarrollarla con tanto éxito, pero lo consiguen, para su propio
beneficio.
Hay trabajos mecánicos en los que cada uno ocupa su puesto y no lo suplanta otra persona que se deba dedicar a hacer algo distinto. En una oficina, además de que puede que cada persona tenga un horario, muchas veces un trabajo pueden desarrollarlo varias personas distintas. Además, si estás haciendo cualquier proyecto, puedes apartarlo y ponerte a redactar otra cosa que no tenga nada que ver; esto no es que sea muy productivo, pues hay que cambiar el chip y centrarte en ese nuevo proyecto o alegación, pero sucede.
Siempre
hay listillos, como he dicho antes, que se pasan el día mirando por la ventana,
fumando en la calle, hablando por teléfono (y no precisamente con clientes),
haciendo compras personales on line, o simplemente mirando la pantalla y la
pantalla mirándoles a ellos, y llegado el momento de su hora de salida, aunque
el jefe les haya dicho “esto hay que dejarlo terminado”, desaparecen. Y
entonces ¿qué pasa?, pues que siempre hay otro compañero, que tiene la hora de
salida después y es al que le toca dejarlo terminado, y el que además no sale
precisamente a su hora. Esto no es para nada justo, ni mucho menos se puede
llamar compañerismo, pero bueno, si a esta gente no le importan sus compañeros,
debería pensar que también está quedando mal ante sus jefes o clientes y eso
antes o después pasa factura de una u otra manera, o al menos eso es lo que
debería pasar.
Espero
que no seas uno de ellos, de los listillos, pero si lo eres, por favor, piensa
en el mal que haces, que para ti está muy bien, cobras lo mismo con mínimo
esfuerzo, pero de verdad, si no te gusta tu trabajo, cambia, pero no martirices
al resto, todos tenemos vida.
Si
tienes algún compañero así, lo primero respira hondo, y piensa que pasará, este
tipo de gente no suele durar toda la vida en la empresa, o se van o se les
despide, al menos esa ha sido mi experiencia; aunque mientras llega ese
preciado momento, puede parecer eteeeerno.
Que tengas
buen final de año. Nos vemos en 2016.
Nuria
Transmite
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